lunes, 6 de julio de 2009

En el taller del soneto

Hoy me propongo cantar un soneto,
que sobreviva al paso de los días
que de algún modo refleje mi alegría,
al someterme a tan duro reto.

El gran problema es el primer cuarteto
que al surgir tan pronto me desafía,
a explotar el tema que en su porfía,
consigue servirnos de parapeto.

A poco que empiezo este terceto,
observo con un grito de alegría:
a este canto le perdí el repeto,

porque el soneto es sólo una vía.
Una mas (asumo mi propio reto).
Lo que es importante es la fantasía.

1 comentario:

  1. Diego! Mirá lo que descubrí surfeando por la web.

    Muy bueno esto.
    Me hizo acordar al de Lope de Vega, pero más criollo.

    Saludos
    Martín Monedero

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