jueves, 26 de febrero de 2009

Sin tí

La noche cae sobre el alma herida,
reina la lluvia que trae el olvido,
ríe el frío del invierno temido,
ruge el viento sobre mi pobre vida.

¿Acaso los hados han olvidado
este tosco hombre del que soy figura,
en el desierto de la noche oscura,
al que tu recuerdo me ha condenado?

Me vence la angustia de tu desprecio,
que me ha transformado en un triste necio.
Sin tí, dulce amor, vivo en un cadalso.

La aguja del reloj ya gira en falso,
se torna implacable y fija mi suerte.
Sin tí, dulce amor, me espera la muerte.

jueves, 19 de febrero de 2009

La luna complaciente

Agreste y soberbia la luna naciente,
se mira en la rama, se angosta y sonríe,
resurge en la tapia, un niño se ríe,
ha visto su sombra que asoma allí enfrente.

En eso la sombra del niño se escinde
y corre, y salta, se esconde en el río,
aguarda anhelante que el niño le brinde,
un lugar mas tibio donde no haga frío.

El niño la busca, la llama y la nombra,
de pronto se para, levanta los ojos,
le grita a la luna: ¡Busca ya mi sombra!

La luna lo mira, y experta en enojos
de niños, se oculta. Todo está en penumbra.
Todo es una sombra que reina de lejos.

lunes, 9 de febrero de 2009

Humo del amor pasado

Te veo cada día de mi vida
y al mirarte sé cuánto te he amado,
cuanto te amo en lo que hemos caminado,
y cuanto te amo en esta despedida.

Miro la ausencia tras de tu mirada
y en tus gestos la brecha se agiganta,
la distancia es muro que se levanta
en la oscuridad de la noche helada.

Sé que tus brazos ya no me harán tuyo
que el tiempo culminará tu faena
y que mi grito tornará en murmullo.

Pero sé también que en torno a mi pena
el humo de mi pipa es el recuerdo
en el que poco a poco ya me pierdo.

jueves, 5 de febrero de 2009

Sueño del amor escaso

El sol muere en un monte de agonía,
y sólo quiero quedarme en tu lecho,
sólo un instante más sobre tu pecho
y luego morir junto con el día.

Déjame beber sereno y con calma
el veneno ardiente de tu mirada,
y respirar sobre tu boca amada,
al recostarme en el borde de tu alma.

Porque sabes que el amor es un sueño
del que la realidad es un retazo,
porque somos retazos de otro dueño.

El día muere en este amor escaso,
dáme todo aquello que puedas darme,
con el resto sueño al emborracharme.