lunes, 1 de junio de 2009

La ventana enrejada

Fluye la tarde lluviosa y pesada,
la densa humedad rige los afectos,
gobierna con esmero en los dilectos
escondites del alma enamorada.

La ventana nos muestra que la vida,
es distancia y cárcel de lo posible.
En el fondo nos sirve de fusible
del corazón. ¡Oh tarde estremecida!

Mas la visión es corta en la ciudad
Y el alma intenta volar, solitaria,
busca el cielo, busca esa libertad,

perdida, sale de esa funeraria
prisión de enrejados que sin piedad,
nos encierra en su visión ordinaria.

3 comentarios:

  1. Exelente tus escritos amigo. Mis mas sinceras felicitaciones

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  2. Gracias Demián. Agradecimiento tardío pero sincero. La vida no siempre nos permite ser agradecidos cuando queremos.

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